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Desastre en la Hélade: La Guerra del Peloponeso

Publicado por Panorama Global

Tras la victoria contra los persas, las ciudades-estado Griegas volvieron a sus viejas rivalidades. Los espartanos y sus aliados formaban una alianza: La Liga del Peloponeso, mientras que los atenienses formaron La Confederación de Delos.

Corinto, estado enemigo de Atenas y miembro de la Liga del Peloponeso, fue el que incitó a Esparta a que le declarara la guerra a Atenas. Esto se debió a que Corinto compartía el dominio del mar Egeo con Atenas. Esparta estaba advertida: o empezaba una guerra contra Atenas o perdía a un aliado de su liga. Los espartanos decidieron lo primero y, para justificar sus acciones, hablaron de una “guerra de liberación”, en la que proponían salvar a la Hélade de la tiranía de Atenas.

El resultado de esta guerra fue difícil pues mientras Atenas era una potencia naval, Esparta era una potencia en la artillería. La guerra estalló en el año 431 a.C. Los espartanos atacaron el Ática; los atenienses, las costas del Peloponeso. La estrategia de Pericles, político influyente de Atenas, fue mantener agotado al enemigo en la defensa y llevar la ofensiva al mar. Los espartanos querían terminar la guerra cuanto antes por motivos económicos. Pero no lo consiguieron y, al segundo año de guerra, una peste azotó a la población del Ática. El pueblo angustiado envió a sus embajadores a Esparta para pedir la paz. Los espartanos respondieron poniendo condiciones que los atenienses no aceptaron.

Cleón, el Demagogo, fue el que tomó el mando de Atenas tras la muerte de Pericles y la guerra continuó. Los atenienses lograron apoderarse de Pilos, lugar estratégico para sus planes. Los espartanos solicitaron la paz y Cleón, orgulloso y altivo, la rechazó. El Demagogo tuvo una nueva victoria en Esfactería, tras lo cual los espartanos propusieron nuevamente la paz.

En el 421 a.C. se firmó la paz de Nicias, la que duro muy poco. Alcibíades, general y político influyente de Atenas retomó la guerra. Los atenienses recibieron la visita de unos embajadores de Sicilia que pedían ayuda hacia sus estados pues eran amenazados por Siracusa, estado amigo de Corinto; a lo cual Atenas respondió enviando una expedición a la isla.

Los atenienses escogieron a tres generales para la expedición: Nicias, Alcibíades y Lámaco. Ya en la isla los generales comenzaron con su cometido: ayudar a Segesta y atacar a Siracusa. La batalla en Sicilia se volvió un completo fracaso para los atenienses. Los espartanos tuvieron una gran intervención en la guerra, ya que contaban con la ayuda del astuto Alcibíades, general que huyó tras ser acusado de atacar la imagen de un Dios en Atenas.

Tras sospechar que sería juzgado también en Esparta, Alcibíades huyó a Sardes.Allí conseguiría importantes victorias para los atenienses. En Esparta surgió un nuevo personaje: Lisandro, el mejor político y militar espartano.

Lisandro decidió llevar la guerra al Helesponto, de donde Atenas se abastecía de cereales. Tras asediar a los atenienses, Lisandro decidió dar el golpe de gracia cercando la ciudad de Atenas. Entonces, Atenas tuvo que pedir la paz. Los miembros del Peloponeso pidieron en asamblea que se quemara toda la cuidad; a lo que Lisandro respondió: “No tenemos derecho a vender como esclavos a un pueblo que ha salvado la Hélade en momentos de peligro”.

Está claro que la guerra del Peloponeso fue un fracaso para Atenas. Alejarse de la política moderada de Pericles fue la razón principal de este fracaso. Pero no se crea que la victoria fue para Esparta porque ambas ciudades - estados quedaron debilitadas económica y militarmente tras esta guerra y esto facilitó la conquista de Filipo II, rey macedonio y padre de Alejandro Magno.

Emanuel Ulpiano Villegas Medina 
Miembro Asoaciodo de Panorama Global
euvillegasm@hotmail.com  

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