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Garzón: El Símbolo Que Hay Que Defender

Publicado por Panorama Global

Dios ha estado ocupado estos días y el franquismo ha mostrado la inmensa cuota de poder que tiene en la sociedad española. La fórmula es fácil: sacar del camino al juez que puede investigar los crímenes que se cometieron durante la Guerra Civil Española.
Baltasar Garzón, el superjuez, fue suspendido de sus funciones por querer reabrir las investigaciones sobre el genocidio que se cometió cuando Francisco Franco gobernaba España. Los cargos que afronta son: haber recibido unos honorarios del Banco Santander por unas conferencias dictadas en Nueva York, la interceptación telefónica en la investigación sobre la red “Gürtel” y , la más importante, por investigar los crímenes del franquismo.
Lo último, le ha valido una denuncia por prevaricación porque ha iniciado una investigación sobre la desaparición de más de cien mil republicanos, cuyos cuerpos se encuentran en fosas comunes. También, por querer averiguar el destino de los 30000 niños que fueron arrebatados a sus madres en la cárcel para ser entregados a las familias vencedoras de la guerra civil.
Parece que a los partidos ligados al franquismo no les gusta que se vuelva a recordar los crímenes que su líder cometió y que pretendían borrar de la conciencia mundial con una ley de amnistía, que es como los dictadores y genocidas se han protegido siempre. Como si una norma pudiera ser más importante que el valor universal denominado justicia, como si una norma pudiera ser superior a la dignidad humana (principio también consagrada en la constitución española) y como si una norma pudiese completar el ciclo de catarsis en la sociedad española.
Baltasar Garzón quería investigar, fiel a su teoría de imprescriptibilidad de los Derechos Humanos, los crímenes que sucedieron hace más de 70 años. Es cierto, los autores de esos crímenes ya murieron y no serán sancionados por la justicia española, pero hay algo más importante que eso y que aún no se ha hecho: reconocer que las víctimas fueron vulneradas en sus derechos y que merecen una reparación. Además, de decir, con una sentencia judicial, lo que nos quieren hacer olvidar: durante el franquismo se cometió genocidio y violaciones a los derechos humanos. Si eso no se hace, la sociedad española seguirá con un conflicto social no solucionado, una guerra civil silenciosa. Los dictadores del mundo creerán que pueden violar los derechos humanos y que mediante una ley de amnistía serán protegidos y nadie los perseguirá.
Eso es lo que representa Baltasar Garzón para la comunidad internacional: un juez que fue capaz de perseguir a otros dictadores y llevarlos a un juicio (lo que sucedió con Pinochet en 1998), un juez que fue capaz de denunciar las atrocidades cometidas en Argentina, Guatemala y otras dictaduras latinoamericanas, un juez que se ha convertido en el símbolo de la protección a los Derechos Humanos. Por ello, acabar con él es un duro golpe a la defensa de los Derechos Humanos y una recompensa a la impunidad de los dictadores.

Pedro José Cabel Rabines

Miembro Asociado de Panorama Global
ptjor@hotmail.com

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